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¡Un muy grandioso principio!

Un buen imitador de Dios es aquel que tiene pensamientos inmortales y ¡teniendo a Dios como uno de ellos es un muy grandioso principio!

Porque en verdad, el hombre vivo es hombre mortal porque el hombre negó la vida y Dios es Dios inmortal por Dios y su conocimiento inmortal o su Nombre inmortal.

Solamente un inmortal puede ver la infinidad

Solamente un inmortal puede en verdad ver la infinidad y a una vez.  Pero antes que ese inmortal pueda en verdad ver, ese inmortal tiene que nacer del gozo and de la alegría y ser reconocido como un inmortal por la inmortalidad y una vez que ese inmortal sea reconocido inmortal, ese inmortal puede en verdad ver la infinidad y a una vez cuando ese inmortal se vea el mismo por sus ojos inmortales.

En otras palabras, un hombre podría ver la infinidad y verla a una vez cuando ese hombre sea nacido del gozo y de la alegría debido a su labor, debido a su lucha o debido a su contención por conocer la verdad de Dios o por conocer en verdad la voluntad de Dios hacia ese hombre.

Y ese hombre no solamente será recompensado con el gozo verdadero y con la alegría verdadera pero también ese hombre se le permitirá acercarse a Dios y ser iluminado con conocimiento en la forma de una promesa o en la forma de una recompensa prometida por Dios sin Dios pedir nada de ese gozoso y alegre hombre.

Y si ese hombre una vez más se faja y labora, lucha o contiende por el gozo verdadero y por la alegría verdadera que una vez ese hombre fue recompensado con cuando fue permitido acercase a Dios, ese hombre una vez más será recompensado con gozo verdadero y con alegría verdadera para que ese hombre sea renacido del gozo verdadero y de la alegría verdadera y pues sea en verdad reconocido por ellos como no solamente hijo de gozo y de alegría pero también sea en verdad reconocido como hijo de Dios o como hijo del Inmortal o de la Inmortalidad o como salvador de Dios por Dios pero por Dios como mucho más que Dios como ese hombre también será mucho más que un hombre.

Y una vez que ese hombre ha sido reconocido como hijo de Dios o hijo del Inmortal o hijo de la Inmortalidad o salvador de Dios, pues ese hombre en verdad podrá ver la infinidad, sin limitar la infinidad, cada vez que ese hombre se vea al el mismo en el espejo o vea una reflexión de el mismo…